La época festiva es alegría para muchos, pero para otros puede ser un momento en donde se sienten aún con más soledad. Por eso es importante que cada uno de nosotros esté pendiente a nuestros adultos mayores, y a otras personas que podemos identificar como aislados socialmente. Durante esta época de Navidad, por lo general se vive un gran calor humano y momentos de mucho entendimiento, pero para ellos una época festiva triste podría desembocar en depresión. Además, los estudios muestran que la soledad y el aislamiento social están relacionados con un mayor riesgo de problemas de salud graves, como enfermedades cardíacas y deterioro cognitivo.
Típicamente el aislamiento social y la soledad pueden acrecentar durante esta época porque las personas pueden:
- tener expectativas muy altas de lo que debe ser la Navidad.
- se sienten obligados a socializar más de la cuenta.
- tienen mayores gastos y por ende preocupaciones económicas.
- algunas reuniones pueden generar estrés.
- sienten nostalgia por los seres que han perdido.
- escuchan a amistades, y o ven en redes sociales, cómo otras personas se reúnen con familiares y amigos y ellos no.
Durante la Navidad hay una mayor conciencia del significado de las fechas, las personas no están más solas que el resto del año, solo se intensifican los recuerdos, sentimientos de nostalgia y aumenta la vulnerabilidad emocional, especialmente de los adultos mayores. En este tiempo reflexionemos sobre las múltiples maneras de regalar compañía, alegría y con ello, salud a un adulto mayor.
La buena noticia es que, con una mayor conciencia, podemos tomar medidas para mantener y fortalecer los lazos con estas personas. Conectar con amigos, familiares y allegados es una de las mejores sensaciones y más reconfortantes. Es además una estrategia para combatir el aislamiento social y la soledad, ayudando a mantener una mejor salud física y mental. Lo importante es entender el valor de integrar a los adultos mayores a la Navidad.
Para identificar a las personas que pueden sentir soledad, puedes evaluar si tienen alguna o varias de estas circunstancias: vive solo o sola sin tener cerca amistades, familiares o una red de apoyo; su vivienda está alejada o es insegura, falta de transportación o tienen limitación de movilidad.
En esta época festiva, regálales tiempo e invita a otros a hacer lo mismo. Te recomendamos que compartas con ellos:
- Moverse: el ejercicio disminuye el estrés, mejora el estado de ánimo y aumenta la energía. Pueden dar un paseo.
- Conectarse: programa tiempo a menudo para comunicarte personalmente, por teléfono, correo electrónico, chat de video o redes sociales.
- Disfrutar: compartan un pasatiempo como hacer crucigramas, jugar juegos de mesa, cocinar o jardinería.
- Aprendan: pueden tomar una clase juntos de cocina, manualidades o floristería.
- Salir: pueden ir al cine, a merendar o al centro comercial.
- Participar: participen de las actividades que se anuncian en los centros comerciales, en su edificio o urbanización, o en las plazas de los pueblos.
- Si hay niños, intégralos en ese compartir, para que aprendan desde jóvenes a valorar a los adultos mayores y a dedicarles tiempo.
Además, algunas situaciones por las que esté pasando el adulto mayor podrían estar relacionadas a una depresión y te podría ayudar a identificarlas su estado de ánimo como la tristeza, ira o frustración por semanas o un tiempo prolongado.
Estar reacciones pueden estar causadas por:
- Mudanza de sus seres queridos.
- Relocalización fuera de la casa a la que estaban acostumbrados.
- Dolores o nuevos padecimientos.
- Falta de movilidad y agilidad.
- Pérdida o muerte del cónyuge o familiares cercanos.
- Padecer de alguna enfermedad o condición que lleva físicamente a la depresión como demencias, trastornos de tiroides, Parkinson, cáncer o enfermedad del corazón.
Para muchos adultos mayores, fechas importantes como Nochebuena, el Día de Navidad y Año Nuevo pueden ser los únicos días del año en que pueden sentirse parte de una familia, compartir sus sentimientos y emociones con allegados, o mejor aun con seres a quienes dedicaron la mayor parte de su vida. Es responsabilidad de todos nosotros evitar que la soledad, el miedo y la depresión lastimen a nuestros seres queridos, no solo en esta época, sino todo el año.